Piel Asfíctica
Una piel asfíctica es una piel asfixiada.
La piel asfíctica es una piel con un problema en la secreción del sebo natural, que no consigue salir al exterior produciendo un tapón en el poro y asfixiándolo.
Por lo tanto, una piel asfíctica, es una piel que está en la categoría de pieles grasas, con un problema a la hora de secretar el sebo al exterior. Este sebo se solidifica dentro del poro taponándolo, produciendo comedones cerrados y quistes de millium, estos son pequeños depósitos de grasa perfectamente visibles desde el exterior pero que se hallan contenidos dentro de la piel (quistes epidérmicos de color nacarado). También observamos un desequilibrio en el manto epicutáneo, por la mala calidad del sebo.
La piel asfíctica se la reconoce por las diferentes texturas que presenta la piel del rostro. Es una piel con zonas ásperas y con zonas untuosas. Los poros se encuentran cerrados y se producen quistes que pueden producir pequeñas cicatrices si no se tratan con cuidado. La piel asfíctica carece del brillo natural de una piel sana mostrándose opaco y deshidratada. Es un tipo de piel con tendencia al acné y a la foliculitis por el exceso de sebo que queda atrapado en los folículos pilosebáceos.
Aunque puede manifestarse naturalmente, la mayoría de las veces tiene que ver con la mala utilización de cosméticos o por el uso de productos de baja calidad que no permiten que la piel respire a través de los poros, provocando su cierre y la consiguiente alteración del sebo, que se vuelve más denso y esteárico, llegando a solidificarse dificultando su fluir al exterior.
Cómo cuidarla
Primero de todo deberemos acabar con la causa. Cambiar los cosméticos por uno de mayor calidad que permita a la piel respirar de forma libre.
Usar los cosméticos “oil free” (de bajo contenido graso) con moderación y después de su uso, esperar su penetración y retirar el excedente.
Limpiezas de cutis regulares y procurar el uso de productos específicos de limpieza. No se recomienda el uso de jabones, ni productos cosméticos excesivamente detersivos para el cuidado de este tipo de piel. El efecto suele ser el inverso al exacerbar la glándula sebácea.
Acudir a un centro estético a realizar peelings adecuados para cada caso en particular. El profesional aconsejará el mejor tratamiento a realizar
Utilizar productos recomendados por un profesional de la estética. Esta recomendación es de suma importancia, ya que generalmente las pieles asfícticas se deben a cosméticos inadecuados
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