La belleza y el cuidado de la estética personal siempre ha sido sospechado, y porque no acusado, de encubrir frivolidad. Nada más alejado de la realidad e injusto.
El sano deseo de vernos y sentirnos bien, de aceptarnos, pero no de conformarnos, de buscar siempre (sin obsesiones) una mejor apariencia y bienestar físico, es un síntoma de buena salud mental y de una actitud positiva hacia la vida.
Debemos comenzar por aprender a querernos a nosotros mismos para poder trasladar luego, esta actitud hacia los demás.
Gracias a los avances en la comprensión del funcionamiento de nuestro organismo y nuestra psiquis, hoy tenemos acceso a toda una nueva generación de tratamientos, tanto en cosmiatría como así también en estética corporal. El concepto de un enfoque holístico (agregar si se cree necesario la acepción de dicho término), es novedoso en nuestra cultura occidental aunque observamos que esta tomando un fuerte auge en Europa y los Estados Unidos, pero no olvidemos que dicho enfoque tiene su origen en la milenaria cultura oriental.
Ningún tratamiento estético debe ser traumático y/o tortuoso, sino por el contrario debe ser agradable a nuestro consciente, así como también a nuestro inconsciente y a nuestro cuerpo. La simple observación, nos muestra que ningún organismo vivo reacciona bien ante una agresión. Nunca debemos olvidar que un tratamiento es efectivo solo cuando se realiza a nivel de células vivas.
La línea de tratamientos que he desarrollado a través de los años, se basa en estos simples y básicos conceptos, y se implementan con los últimos avances tanto en activos químicos y biológicos, como en aparatología de última generación.
Las sesiones pueden ser más extensas, pero son más efectivas y sin ninguna duda placenteras, lo que se traduce en una reacción muy positiva de nuestro organismo hacia las indicaciones que les estamos dando así como también en un cambio notorio y progresivo en cada sesión, lo que nos motiva aún más a perseverar hasta alcanzar la meta deseada, ya sea : regenerar células en el rostro para revertir nuestras arrugas y o falta de turgencia, etc., eliminar adiposidades localizadas ( esos rollitos , pancita, pantalón de montar, etc., que se resisten a todos nuestros esfuerzos a través de dietas y/o gimnasia) o hipertrofia muscular localizada ( vale decir, generar aumento de masa musculares en un lugar específico con el objetivo de modelar nuestro cuerpo).
Es importante que sepamos a priori, cómo y porqué funciona cada tratamiento que tengamos intención de encarar, por eso el o la profesional encargados del mismo deben explicarnos su mecanismos y reacciones, para nuestra tranquilidad y contención. El concurrir a cada sesión debe ser una idea que despierte una alegre y sana ansiedad y no fastidio. La cromoterapia, aromaterapia, el relax a través de diversas técnicas de masajes, un ambiente amplio, cálido y que nos brinde sensaciones de comodidad y privacía, el no estar pendiente del reloj, son aliados fundamentales para lograr ese propósito.
En resumen si no aplicamos los últimos avances de la ciencia, de la mano de un bienestar espiritual y físico, desaprovecharemos en gran porcentaje su eficacia.
Si cada mañana, al iniciar nuestro día, el espejo nos devuelve una imagen agradable de nosotros mismos, nuestra actitud será positiva hacia el mundo que nos rodea y mientras más nos guste esa imagen, mayor será nuestro bienestar y nuestra necesidad de transmitirlo hacia los demás. Quien se siente feliz irradia felicidad.
Valter Dittrich